jueves, 17 de diciembre de 2020

Mensaje navideño: La historia de la vaca.

 Un maestro espiritual y su discípulo iban caminando por un bosque cuando encontraron una choza semi destruida en donde vivía una familia muy pobre. El padre, la madre y dos hijos andaban descalzos y con harapos y estaban delgados por el hambre. Cuando el maestro y su discípulo llegaron, estaban dedicados a recolectar leña para el invierno.

El maestro saludó afectuosamente a la familia, quienes interrumpieron sus labores por un momento para hablar con el par de forasteros que los visitaban. El maestro habló con ellos unos minutos y les preguntó como se encontraban. La familia comenzó a quejarse de la difícil situación que atravesaba, el hambre, el frío y las limitaciones eran habituales para ellos. Entonces el maestro quiso saber qué hacían para sobrevivir, cual era su fuente de sustento, a lo cual el padre contestó: tenemos una vaca, con ella sacamos leche, hacemos mantequilla y un poco de queso y vendemos lo poco que nos da para sobrevivir.

El maestro se despidió afectuosamente de la familia y siguió su camino con su alumno, hasta que se detuvo y le ordenó: "Regresa sin ser visto y mata la vaca". El discípulo, sorprendido, regresó y sin saber si estaba haciendo lo correcto arrojó a la vaca al precipicio y se fue.

Años después el alumno regresó al poblado más cercano al lugar donde habitaba la familia pobre a la cual el recordaba muy bien porque había matado su única fuente de sustento. Entonces se acercó a donde estaba la choza y sorprendido se encontró en su lugar una casa en forma, humilde pero bien hecha, de piedra y madera, con una chimenea, ventanas y puertas, muy diferente de la vivienda desvencijada que el había conocido. Salió de casa uno de los hijos y lo reconoció y le dio la bienvenida invitándolo a pasar. El hogar calentaba la vivienda agradablemente y la familia estaba cocinando la cena de esa noche a la que invitaron al visitante. 

Durante la cena, el discípulo les comentó que los notaba mucho mejor que la vez que los había conocido, a lo cual ellos respondieron afirmativamente. El padre le contó: "cuando ustedes vinieron murió nuestra vaca, fue una situación muy difícil porque era nuestra única fuente de sustento, no sabíamos que hacer y la desesperación nos inundó, pero entonces tuvimos que salir a buscar otras fuentes de sustento y nos dimos cuenta que éramos hábiles para muchas cosas, mi hijo se hizo herrero y mi hija costurera, mi esposa cocina muy bien y juntos logramos poner una pequeña taberna en el pueblo, en donde trabajamos los dos muy contentos, nos va mucho mejor ahora. SI la vaca no hubiera muerto, seguiríamos pasando hambre y frío sin saber que éramos capaces de hacer todo lo que hacemos ahora.

Después de cenar, el discípulo se despidió de ellos y se fue reconfortado y feliz, una vez más sorprendido por la amplia sabiduría de su maestro...


Querido lector, tu que me regalas unos minutos de tu vida de vez en vez para leer lo que tengo que decir, espero de verdad, que estos meses este espacio virtual te haya aportado algo valioso. Sin ser ajeno a la situación que nos asedia en lo referente a salud y economía, sé que vamos a estar bien. Solo se trata de abrirnos a nuevas posibilidades.

Te mando un abrazo fuerte, y te deseo que esta navidad sea cálida y llena de amor. Y que este año nuevo, este 2021, la vida "mate tus vacas", esas que te limitan y te exponga a tu propio potencial.

En amor, felices fiestas... 

3 comentarios:

  1. Que bonita y franca reflexión, sin duda este año nos sacudió a todos. Esperemos el 2021 sea una oportunidad para explotar nuestras habilidades. Felices Fiestas! 🎄

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  2. Gracias por la reflexión, sin duda es justamente en la adversidad donde se nos presenta la oportunidad de crecer.
    Los mejores deseos para todos, en espíritu y en salud.

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