viernes, 9 de octubre de 2020

Redes sociales

Este es un tema altamente controversial y que está dando un giro que si se analiza con cuidado resulta potencialmente catastrófico para nuestra sociedad.

Te recomiendo un documental en Netflix que se llama "El dilema de las redes sociales" en donde gente muy experta y que forma parte de la élite de Sillicon Valley explica el contexto o más bien el subtexto de lo que la experiencia de redes sociales implica.

¿Cuántas redes sociales conoces? Hoy tenemos FaceBook por supuesto, Instagram, Twitter, Telegram, TikTok, SnapChat, entre las más conocidas, pero hay cientos de redes sociales activas y cada una con el mismo objetivo, retener tu atención.

Este es un elemento prioritario para cualquier red social. Digamos que el Instituto José Lévy quiere publicitarse y para esto contacta a FaceBook, entonces la red social le hace un planteamiento al instituto donde si paga una determinada cantidad tendrá cierta exposición, si paga otra cantidad tendrá más exposición y así sucesivamente. El cliente en este caso es el Instituto José Lévy quien está demandando un bien, un producto; el proveedor es FaceBook quien va a entregar el producto. El producto, mi querido lector, eres tu, tu tiempo y tu atención. Las redes sociales comercian tu tiempo en pantalla y lo venden al mejor postor.

Toda red social funciona a través de un algoritmo que pone el bien del cliente antes que el del producto (recuerda que tu eres el producto), el algoritmo va a hacer lo necesario por retener tu atención sin importar si eso te hace bien o mal. El sistema es perverso y está midiendo todos tus hábitos, cuanto tiempo pasas en pantalla, cuanto tiempo te toma leer los mensajes, en cuales te detienes más y menos tiempo y el sistema entonces comienza a alimentar tu pantalla para interesarte y tenerte ahí pegado todo el tiempo posible.

Las redes sociales tienen a sus usuarios totalmente segmentados, saben tu edad, sexo, nivel socioeconómico, gustos, intereses, aficiones, pueden predecir tu comportamiento e influenciar tus decisiones, esto es lo más peligroso, solo con la finalidad de llamar tu atención para hacerte un producto vendible. Por supuesto, es un gran negocio, imagina que tu quieres vender algo y estos proveedores te dicen yo te voy a anunciar con un gran número (millones) de compradores potenciales de tu producto, te voy a exponer justamente a los individuos de la edad y nivel socioeconómico y con gustos compatibles con tu producto. Dime si no lo pagarías.

¿Entonces que hace habitualmente una red social para retenerte en su pantalla? Todas las redes sociales tienen lo que se conoce como FEED o alimentación. Cuando tu das click a un contenido de tu interés o bien te tardas más en una publicación específica, el algoritmo comienza a "alimentar" tu cuenta con información compatible para retener tu interés el mayor tiempo posible. Así que tu cuenta se ve bombardeada por un sin fin de publicaciones que resaltan tus puntos de vista, opiniones y actitudes. Es lógico, un feed que se aleje de tus intereses no va a retenerte, y estamos hablando de redes mundiales con millones de usuarios, forzosamente algunos comparten tu manera de pensar. El resultado es que tu solo ves comentarios y cuentas de gente afín, creando la idea de que todos piensan como tu y que solo una minoría disiente, ellos deben de estar mal. Esto insisto, es solo una ilusión y por ende nos segmenta, nos opone, nos aísla. Paradójico, hablando de una red social.

Por otro lado está el efecto en el ánimo y en el cerebro. 

A nivel cerebro está más que probado que el uso de dispositivos nos hace adictos y que cada like genera una descarga dopaminérgica en el cerebro exactamente igual a la que genera una dosis elevada de azúcar o algunas drogas. Con la costumbre el cerebro y el sistema completo se hacen totalmente adictos a las descargas de dopamina. Los individuos comienzan a tener comportamientos adictivos. No pueden estar sin revisar el teléfono, se ponen irritables y ansiosos cuando no acceden a sus redes. No pueden seguir una conversación correctamente e invierten mucho más tiempo ganando seguidores del que realmente perciben.  

Los jóvenes están claramente más ansiosos, de acuerdo a dos estudios recientes de la universidad de Michigan, el uso continuo de redes sociales los ha hecho sentir más solos que a sus coetáneos de dos generaciones anteriores, ha elevado sus niveles de estrés y los hace sentir rechazados. La búsqueda de la aceptación se traduce en la búsqueda obsesiva de likes y en esa vorágine acceden a hacer cosas con las que no están necesariamente de acuerdo, que finalmente se hacen virales y tienen el efecto contrario,  generar más rechazo y aislamiento. Los intentos de suicidio se han incrementado exponencialmente, así como los trastornos alimenticios.

Paradójicamente, los creadores de estos super sistemas y algoritmos no permiten que sus hijos los usen. La mayoría les tienen prohibido no solo el acceso a redes sociales sino el uso de dispositivos celulares, tablets y de videojuegos. 

Deberíamos estar usando estos canales para construir redes, justamente, es un sin sentido que nos aíslen cada vez más. 

Las redes sociales son inevitables, y fueron creadas con grandes ventajas. Es cierto que de algún modo nos acercan, nos conectan y nos hacen la vida más sencilla. Pero si requerimos regular su uso, no hacer caso del feed, seguir a personas que piensen diferente de nosotros, etc. y por supuesto, del mismo modo que no dejarías a criterio de tus hijos el consumo de alcohol, tampoco permitas el consumo de redes. Los jóvenes no deberían tener redes sociales ni dispositivos antes de los 13 años, según el ex vicepresidente de crecimiento y negocios de Instagram... ¿qué te dice eso de tus hijos y se su consumo de redes sociales? ¿Qué tanto permites que tu hijo se convierta en un producto negociable e intercambiable entre las marcas? ¿Qué tanto permites que se vuelva dependiente de un dispositivo?








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