miércoles, 27 de noviembre de 2024

Ansiedad

Se escucha que la ansiedad es el problema de salud mental del momento. que la prevalencia de este mal emocional es cada vez mayor en la población y que sus devastadores efectos están teniendo una incidencia importante en la productividad, índices de bienestar. Hasta la vemos representada en la película "Intensamente 2".

Hagamos algunas aclaraciones: la ansiedad no es una emoción (como tampoco lo es el desagrado, mencionado en Intensamente 1), y mucho menos una emoción básica.

La ansiedad aparece como una pequeña alarma que nos avisa que no estamos resolviendo o atendiendo un tema importante. Es como el foquito del tablero del coche, el testigo que se ilumina para avisarte que hay algo mal y que merece atención.

Normalmente cuando entrevistamos a un paciente ansioso, podemos ver que hubo una progresión. La ansiedad no se manifiesta de un día para otro con toda su fuerza, sino que va apareciendo en diferentes formas y nos va diciendo de manera cada vez más audible que debemos atender algo. Comienza como un insomnio cada vez más frecuente, luego una sensación de desazón y poco a poco, si no hacemos caso, se agrava hasta llegar a los ataques de pánico que son altamente incapacitantes. 

Si dejamos algún pendiente emocional de importancia, la ansiedad hará su aparición para que pongamos atención en ello.

Si bien, la ansiedad es una manifestación poderosa y una sensación muy, muy pero muy desagradable, tengamos en cuenta que no pone la vida en peligro ni mucho menos. 

Las personas debemos de desarrollar mecanismos de afrontamiento para situaciones en la vida o bien, seremos más vulnerables a los embates del mundo. Cuando los niños no desarrollan tolerancia a la frustración, son demasiado consentidos y sobreprotegidos, entonces tendrán menos elementos de afrontamiento para un mundo que es altamente frustrador. 

A los niños de hoy se les dice que son especiales, que se merecen todo lo que desean solo por desearlo, sus maestros dejan menos tareas y les regalan notas para no tener problemas con sus padres

Hoy en día los jóvenes duran menos en los empleos porque no soportan la presión ni la exigencia, se dan cuenta de que deben esforzarse por las cosas que desean, no se obtienen deseándolas, que tienen que demostrar que son especiales para destacar entre todos los demás jóvenes especiales y ciertamente sus padres ya no pueden ir con sus jefes a negociar nada como lo hacían con sus maestros. Estos chicos serán más susceptibles de desarrollar trastornos ansiosos pues no son tolerantes ni creativos.

Permite que tu hijo resuelva sus desafíos y trata de interferir lo menos posible, apóyalo con sugerencias y deja que se frustre. Eso lo hará más fuerte y creativo para resolverse en un mundo cada vez más competido y voraz.

Y por supuesto, hay que darle tiempo y energía a la solución de las necesidades emocionales, llorar cuando es menester, expresar nuestro enojos y miedos de manera asertiva, permitirnos experimentar el amor y la alegría. Una correcta gestión emocional será la mejor prevención para los trastornos ansiosos. 

Si necesitas más información sobre estos trastornos y su atención acude con tu profesional de la salud mental. 


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