El comité que preside la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, encargado de otorgar los famosos premios Oscar, emitió un comunicado en donde comenta que no podrán competir películas que no incluyan requisitos mínimos de inclusión y diversidad racial.
La cinematografía como expresión artística sirve también como crítica social y discurso propositivo. El arte también tiene derecho (a veces creo que incluso la obligación) de ser cuestionador y contestatario. Con esta política la producción cinematográfica que concurse será limitada a las películas "socialmente correctas".
Hoy en día estamos en medio de esta ola de lo "socialmente correcto" y tratamos de proteger a los individuos de afrentas que en realidad no existen. Nos exigen un manejo del lenguaje en cuestiones de género, por ejemplo, que sea respetuoso de los derechos feministas, pero a la vez que sea incluyente. No hay modo de hablar "correctamente" respetando ambas posturas. Además se nos "invita" (aunque probablemente pronto se nos exigirá) a incluir pronombres inclusivos que no han sido aprobados por la RAE, como "elles" para la gente "no binaria".
La corrección en el lenguaje y en el cine es solo una muestra de lo limitados que están nuestros jóvenes emocionalmente para adaptarse a un mundo cambiante y que no concede treguas. Yo si sé fabricar mi propia tranquilidad en medio de una situación poco favorecedora, ellos, en su mayoría desafortunadamente no. Y esta sociedad y estos movimientos promueven la idea de que "el otro" es el problema, de que "el que piensa diferente" es el origen de mis sufrimientos y de que si "los demás" opinan distinto están mal y deben de ser corregidos o eliminados.
Las libertades de pensamiento y expresión están siendo coartadas en pos de una "corrección social" que solo limita y que a la larga solo generará más conflictos sociales. Inevitablemente en las sociedades una cerrazón tiende a encontrarse con otra de la manera en la que un objeto indestructible se topa con un muro inamovible.
En conclusión: estamos ante una generación de gente emocionalmente débil, donde todo debe de ser suavizado, porque "todo" es ofensivo... incluida la verdad.
Cierto, muy cierto. Creo que es necesario que se frustren un poco más, que aprendan a agarrar al otro por los cuernos, solo así saldrán avante, tienen que hacerlo y nosotros permitir que pase.
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