martes, 10 de noviembre de 2020

Reflexiones educativas: Socialmente correcto y humanamente incorrecto.

El comité que preside la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, encargado de otorgar los famosos premios Oscar, emitió un comunicado en donde comenta que no podrán competir películas que no incluyan requisitos mínimos de inclusión y diversidad racial.

La cinematografía como expresión artística sirve también como crítica social y discurso propositivo. El arte también tiene derecho (a veces creo que incluso la obligación) de ser cuestionador y contestatario. Con esta política la producción cinematográfica que concurse será limitada a las películas "socialmente correctas".

Hoy en día estamos en medio de esta ola de lo "socialmente correcto" y tratamos de proteger a los individuos de afrentas que en realidad no existen. Nos exigen un manejo del lenguaje en cuestiones de género, por ejemplo, que sea respetuoso de los derechos feministas, pero a la vez que sea incluyente. No hay modo de hablar "correctamente" respetando ambas posturas.  Además se nos "invita" (aunque probablemente pronto se nos exigirá) a incluir pronombres inclusivos que no han sido aprobados por la RAE, como "elles" para la gente "no binaria".

La corrección en el lenguaje y en el cine es solo una muestra de lo limitados que están nuestros jóvenes emocionalmente para adaptarse a un mundo cambiante y que no concede treguas. Yo si sé fabricar mi propia tranquilidad en medio de una situación poco favorecedora, ellos, en su mayoría desafortunadamente no. Y esta sociedad y estos movimientos promueven la idea de que "el otro" es el problema, de que "el que piensa diferente" es el origen de mis sufrimientos y de que si "los demás" opinan distinto están mal y deben de ser corregidos o eliminados. 

Las libertades de pensamiento y expresión están siendo coartadas en pos de una "corrección social" que solo limita y que a la larga solo generará más conflictos sociales. Inevitablemente en las sociedades una cerrazón tiende a encontrarse con otra de la manera en la que un objeto indestructible se topa con un muro inamovible.

 En conclusión: estamos ante una generación de gente emocionalmente débil, donde todo debe de ser suavizado, porque "todo" es ofensivo... incluida la verdad.


1 comentario:

  1. Cierto, muy cierto. Creo que es necesario que se frustren un poco más, que aprendan a agarrar al otro por los cuernos, solo así saldrán avante, tienen que hacerlo y nosotros permitir que pase.

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